¿Qué es la energía nuclear?
Comencemos definiendo la energía nuclear como el tipo de energía que se libera a partir de las reacciones nucleares. Esta energía es aprovechada por el hombre con diversos fines, como por ejemplo: obtener energía eléctrica, mecánica y térmica, aplicándola con diversas finalidades.
¿Pero qué daño
ambiental causa la energía nuclear?
Los modelos
utilizados por la industria nuclear, para estimar el impacto de las radiaciones
en el cuerpo humano, parten de un cierto nivel de daño permitido. El uso del
término "nivel de seguridad" por la industria nuclear, no supone
niveles de exposición inocuos para la salud, sino niveles en los cuales
inversiones de prevención exceden a los gastos de curación. Es más: recientes
estudios sobre poblaciones "sobrevivientes a la bomba" muestran, que
la exposición a ciertas radiaciones puede ser mucho más peligrosa de lo
presentado en dichos modelos oficiales.
Con frecuencia se intenta minimizar el impacto de la radioactividad
artificial, comparándola con el nivel de radiación ambiental natural. El
comportamiento químico y biológico de los radio isótopos artificiales provoca
su concentración en la cadena alimenticia, o en ciertos órganos, en mayor grado
que los naturales. Los organismos vivientes nunca tuvieron que evolucionar para
soportar tales substancias. Por tanto, su presencia supone un riesgo mucho mayor
de lo que muestra una comparación simplista de su radioactividad.
En relación a la contaminación nuclear, no se puede recalcar
suficientemente que lo que cuenta, biológicamente, es la suma a través del
tiempo de todos los daños de todas las fuentes y eventos combinados que liberan
venenos persistentes (radioactivos u otros) a la biosfera... Cada aporte a esta
suma importa.
Como parte de su operación normal, la producción nuclear libera
radioactividad venenosa en el aire, tierra y agua. Las sustancias radioactivas
emiten partículas alfa y beta y rayos gamma, los que pueden dañar a las células
vivas. Una alta dosis de radiación puede conducir a la muerte en cuestión de
días o semanas, y se sabe ahora que las dosis bajas de radiación son mucho más
dañinas para la salud de lo que se pensaba anteriormente. La exposición
prolongada a la llamada radiación de bajo nivel puede causar problemas graves y
perdurables a la salud humana, tanto para las personas expuestas como para su
descendencia.
A pesar de algunas informaciones de la industria nuclear, nunca ha sido
científicamente demostrada la inocuidad de ninguna dosis radiactiva, por baja
que sea. En otros términos: No existe un nivel de exposición radiactiva
que pueda considerarse seguro. Como ejemplo, la radiación natural de fondo
de zonas de roca granítica, que suele ser superior a la normal, se supone
causante del incremento de ciertas enfermedades. No es difícil deducir que
cualquier incremento a esta radiación natural inevitable no puede producir más
que riesgos añadidos. Cuando la industria nuclear afirma que escapes
nucleares no afectan a la salud, está simplemente, saltando a la verdad.
ACCIDENTES CAUSADOS
EL DESASTRE NUCLEAR DE CHERNOBYL
El 26 de Abril de 1986 explotó el reactor nº 4 de la planta Nuclear de
Chernobyl (Chernóbil), impactando al mundo con la mayor tragedia humana y
ecológica de todos los tiempos, sólo comparable con la más reciente de Fukushima. Desde entonces, las
radiaciones han envenenado la vida de aproximadamente 8 millones de personas de
Belarus, Ucrania y Rusia, quienes no conocían con claridad las consecuencias
que la catástrofe podía generar en su salud.
En los días
subsiguientes a la explosión, comunidades enteras fueron evacuadas ya que los
niveles de radiación en sus hogares eran extremadamente perjudiciales para la
salud. Trece años después del terrible accidente la ayuda social para las
víctimas, así como el cuidado y asistencia médica, eran aún poco comunes y
difíciles de obtener. Hoy día y sorprendentemente, la cuidad de Pripyat -en
parte casi fantasmagórica- cuenta por otro lado con una vegetación asombrosa.
Lo que no ha cambiado es el recuerdo de una región que un día tuvo vida, unas
ciudades con familias, niños, colegios, hoteles, jardines y parques de
atracciones que no llegaron jamás a inaugurarse. Quienes tuvieron que abandonar
sus viviendas de un día para otro no olvidan pero viven resignados por ese
recuerdo de la mayor catástrofe hasta el momento, que no sólo se llevó parte de
sus vidas, sino físicamente la de muchos de sus vecinos y que ha marcado con
malformaciones, cáncer y otros males a otros tantos de ellos.
Toda la zona contaminada
tiene el acceso prohibido salvo a algunos investigadores y periodistas (como el
programa Cuarto Milenio, de Iker Jiménez, que en su sexta temporada, capítulo
2, se adentraron en la misma para conocer cómo es ahora, al cumplirse 25 años
(en 2011) de la catástrofe. Existen estrictos controles militares en los límites
de la zona prohibida y un retén del ejército y de científicos e ingenieros
dentro, aunque a varios kilómetros de la central, que controlan su estado. No
obstante, aún quedan algunas familias residiendo en la zona. Tras tantos años
han logrado sobrevivir, si bien, obviamente, comen y beben productos
contaminados.
pepino
ResponderBorrarsepa hacer un blog bien hecho
ResponderBorrarrevise nicolascaroramire.blogspot.com y vea
ResponderBorrarMe da paja leer tanto así que mi puntuación es 5 de 10 porque 1ro poque lo que debería hacer es resumir poner imágenes síntesis etc,que sea de por simple,consigo,e informativo ;v
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